domingo, 21 de noviembre de 2010

Padre Santo. 20 - XI- 2010

El tiempo no acompaño para que la montería que se celebro el sábado en la finca del Padre Santo hubiese tenido un éxito rotundo. Porque reses había muchas y cochinos más, por culpa de la niebla y la lluvia que nos acompaño durante todo el día era prácticamente imposible poder tirar los animales. La mancha se cerró con pocos puestos y se contaron 110 tiros algo increíble por la densa niebla, ya que no dejaba ver prácticamente nada. Como resultado 14 reses y 3 cochinos, un resultado bastante bueno para el día de “perros” que hizo, en mi puesto a las 11:15 ya pudimos tirar algunas reses.

Gran acierto por parte del organizador José Galán al decidirse dar esa mancha y no la que en un principio tenia pensado, ya que todos los puesto pudieron disfrutar de algún lance.

Hay que destacar el gran trabajo de las rehalas y el buen ambiente que hubo entre los asistentes.

Como nota agridulce del día resaltar el trabajo extra que tuvo el perrero Fernando Damas ayudado de mi tio Ignacio Vacas, que se fueron de la mancha sobre las 7 p.m. debido a que un perro se cayó en un pozo. Necesitaron ayuda de los bomberos y cuando ya consiguieron sacarlo vivo, los bomberos se quedaron atrancados. Fue de admirar como Fernando Damas se desvivía por el perro.

D. Vacas.




Sobre 13:00 h empezaron a aparecer y desparecer bancos de niebla.



Mi tio Antonio y mi primo Ignacio con uno de los venados abatidos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias a la colaboración de mi amigo y socio del coto Padre Santo IGNACIO VACAS,persona que estaba comiendo junto con sus compañeros disfrutando de la jornada cinegética vivida, no puso reparo para llevarme con su hevículo hasta las dependencias del cuerpo de bomberos de la Carlona,pudimos rescatar el perro que se encontraba en un pozo minero con agua a unos DIEZ METROS de profundidad.Estoy totalmente agradecido a los profesionales del cuerpo de bomberos que asistieron a dicho rescate, porque sin su colaboración no hubiese sido posible el salvamento de mi perro, el cual hubiese tenido en dicho pozo el triste final de su muerte.
Agradecería al presidente del coto y a su junta directiva, que hicieran mejoras en la señalización de los pozos existentes, pues la vida de un perro para un rehalero es muy satisfactoria y su muerte en esta circunstancias muy penosa, advirtiéndole también que las personas pueden tener el mismo peligro.
Un saludo.
FERNANDO DAMAS

Anónimo dijo...

Coño Fernando, ese pozo tenía salida por Linares, haberlo esperado allí jejeje. Ya en serio, la verdad es que esto de los pozos es un problema. Los que tenemos controlados están señalizados o mallados pero hay muchos, muchos de los que desconocemos su existencia, el del otro día sin ir más lejos. No obstante haremos lo posible para conocer la ubicación exacta de todos y vallarlos correctamente para evitar cualquier desgracia.

En relación a la cacería, la verdad es que estaba un poco "acojonado" respecto al resultado. Cambiar una mancha buena por otra que ni siquiera se caza muchos años por no tener densidad de caza suficiente y hacerlo a 2 días vísta de la montería es una responsabilidad grande, aunque todos los que vengan a cazar sean Socios o amigos y el resultado nunca prime en nuestras monterías. Al final acertamos de pleno y aunque siempre nuestros números son muy discretos hay que reconocer que todo el mundo vió caza.

Saludos

EL_LOCO! dijo...

¡Si Señor! asi va eso ,saludos Fernando, Alberto no te escaquees mas que me dedes un chupito de anis (del Castillo).Saludos a todos/as.

Anónimo dijo...

No fue un gran número de reses las que se abatieron pero en mi opinión para saber si una montería ha resultado un existo hay que ver varios factores: el número de puestos con los que se cazan, el estado de la mancha, el tiempo que haga ese día, el número de disparos, etc. También es muy importante el ambiente entre los monteros y el que hubo el sábado fue inmejorable.

Anónimo dijo...

Loco esta mañana he tenido trabajo desde primera hora, pero cuenta con la copa el primer dia que nos veamos. UN SALUDO.

ALBERTO VACAS